| 1 | Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo, | |
| 2 | bella colina, es la alegría de toda la tierra. El monte *Sión, en la parte norte, es la ciudad del gran Rey. | |
| 3 | En las fortificaciones de Sión Dios se ha dado a conocer como refugio seguro. | |
| 4 | Hubo reyes que unieron sus fuerzas y que juntos avanzaron contra la ciudad; | |
| 5 | pero al verla quedaron pasmados, y asustados emprendieron la retirada. | |
| 6 | Allí el miedo se apoderó de ellos, y un dolor de parturienta les sobrevino. | |
| 7 | ¡Con un viento huracanado destruiste las naves de Tarsis! | |
| 8 | Tal como lo habíamos oído, ahora lo hemos visto en la ciudad del Señor *Todopoderoso, en la ciudad de nuestro Dios: ¡Él la hará permanecer para siempre! *Selah | |
| 9 | Dentro de tu templo, oh Dios, meditamos en tu gran amor. | |
| 10 | Tu alabanza, oh Dios, como tu *nombre, llega a los confines de la tierra; tu derecha está llena de *justicia. | |
| 11 | Por causa de tus justas decisiones el monte Sión se alegra y las aldeas de Judá se regocijan. | |
| 12 | Caminen alrededor de Sión, caminen en torno suyo y cuenten sus torres. | |
| 13 | Observen bien sus murallas y examinen sus fortificaciones, para que se lo cuenten a las generaciones futuras. | |
| 14 | ¡Este Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre! | |