| 1 | La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor habÃa hecho, asà que le preguntó a la mujer: ¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardÃn? | |
| 2 | Podemos comer del fruto de todos los árboles respondió la mujer. | |
| 3 | Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardÃn, Dios nos ha dicho: No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán. | |
| 4 | Pero la serpiente le dijo a la mujer: ¡No es cierto, no van a morir! | |
| 5 | Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. | |
| 6 | La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenÃa buen aspecto y era deseable para adquirir sabidurÃa, asà que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. | |
| 7 | En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera. | |
| 8 | Cuando el dÃa comenzó a refrescar, oyeron el *hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardÃn; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. | |
| 9 | Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? | |
| 10 | El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardÃn, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondÃ. | |
| 11 | ¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? le preguntó Dios. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibà comer? | |
| 12 | Él respondió: La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comÃ. | |
| 13 | Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? La serpiente me engañó, y comà contestó ella. | |
| 14 | Dios el Señor dijo entonces a la serpiente: «Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los dÃas de tu vida. | |
| 15 | Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón.» | |
| 16 | A la mujer le dijo: «Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará.» | |
| 17 | Al hombre le dijo: «Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibà comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! todos los dÃas de tu vida. | |
| 18 | La tierra te producirá cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres. | |
| 19 | Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás.» | |
| 20 | El hombre llamó Eva a su mujer, porque ella serÃa la madre de todo ser viviente. | |
| 21 | Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió. | |
| 22 | Y dijo: «El *ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, y lo coma y viva para siempre.» | |
| 23 | Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardÃn del Edén, para que trabajara la tierra de la cual habÃa sido hecho. | |
| 24 | Luego de expulsarlo, puso al oriente del jardÃn del Edén a los *querubines, y una espada ardiente que se movÃa por todos lados, para custodiar el camino que lleva al árbol de la vida. | |